miércoles, 7 de septiembre de 2011

ALBA



[Al alba]: sube la temperatura.
Se enciende la vida.
Se conmociona.

Discurre el día.
Sube la marea.
Te asusta.
Se asienta.

Refleja en tu mirada
sus pupilas,
en tus manos sus huellas,
en tus labios su voz,
en tus pasos su futuro.

De madre,
mamá,
mamita,
mami.

Alba,
Disfruta del viaje al horizonte,
a la vida que ruge,
flojito,
en tu interior.

Mece tus pasos,
enciende cada día el Sol.
Grita y llora,
ríe,
ama,
camina,
con él.
Con ella.
Contigo.

Descúbrete,
hermanita,
en tí.
En la música que creas cuando te miras,
de perfil,
y te acaricias,
y cierras los ojos
y viajas
y meces
y dejas de soñar,
porqué es realidad.

Acaricias tu tí,
tu él,
tu todo.

Samuel Rodríguez---2011

martes, 6 de septiembre de 2011

33 (v. iii)




44.
Los cristos roban a veces.
Van de putas.
Beben.
Sonríen
y
sonríen.

Durmen en la calle.
En pensiones.
Están tristes.

Besan,
ruidosos,
a sus sobrinos.

Prometen
sabiendo que cumplir no está en su mano.
Y lloran.

Abrazan sinceros,
y muerden
y disparan.

Van en moto,
a pie,
te aman.

Una vez un Cristo,
padrino mío,
juntó todo:

Caminó de noche,
pensando en abrazar
a su sobrino.
Cruzó sin Luna,
bajo la nada y la lluvia,
ante la muerte.

Y le llevó con él,
donde las promesas no importan,
las sonrisas no caducan,
los corazones simpre laten,
y los sobrinos nunca lloran.

Samuel Rodríguez---2011


PLUS 75



La hoja roja decía él.
Tic-tac. Tic-tac.
Estanterías repletas,
alfombras.
Sofás que esperan.

Un pasillo mate.
Sin brillo.
Limpio.

Madera que cruje,
baldosas rotas,
tragaluces ciegos,
paredes de humedad.

O salones señoriales,
mármoles que brillan,
limpios,
y tapices de pared.

Dá igual.

El ritmo sigue ya los mismos caminos.

Los que nos creímos distintos.

Nos creyeron distintos.

Iguales.

La vida pasa,

pero no pasan de la vida.

Plus 75 y sonríe,
aprieta la mano,
camina y vuela.

No te creas que no se puede.

Se debe.



Samuel Rodríguez---2011