sábado, 8 de octubre de 2011

MUCHOS


Pasamanos,
juntos.

Caminan sin cesar los zapatos limpios.
Las mujeres de viento,
los abrigos que brillan.

Veloz de rojo a verde,
amarillo a azul.

Calamares que miran,
desconsolados,
a sus bocas hambrientas.

A 3,50!

Repletos los vagones,
la vida sin luz,
el fluorescente que salpica.

Callejuelas de baldosas,
cajeros empapelados,
unos que miran y señalan,
otros que empujan,
muerden,
silvan,
corren,
vuelan,
lloran,
ríen,
suben y bajan del rojo
al amarillo,
del verde al
azul.

De aquí para allí,
la gran manzana que brilla,
de noche,
entre sonidos de rock,
timbales sordos,
ritmos que huelen,
i-rre-me-dia-ble-men-te,
a Madrid.

Y seguirán los pasos,
de sonido único.
Y la mirada arrugada,
y el delantal que brilla.
Y los bailes torpes,
la pensión sombría,
la escalera que cruje
y el señor de barba.
Los miles de sombreros huérfanos de cabeza,
en Madrid.

Vinos en vaso,
cerveza en jarras,
sonetos que riman
rimas sensatas,
peatones motorizados
y motociletas que hablan.

Comedias,
Cines,
Dramas,
Carreras,
Porras y bombillas.
Neones,
GranVias,

TAXI!

Madrid.


Samuel Rodríguez 09/10/11

miércoles, 7 de septiembre de 2011

ALBA



[Al alba]: sube la temperatura.
Se enciende la vida.
Se conmociona.

Discurre el día.
Sube la marea.
Te asusta.
Se asienta.

Refleja en tu mirada
sus pupilas,
en tus manos sus huellas,
en tus labios su voz,
en tus pasos su futuro.

De madre,
mamá,
mamita,
mami.

Alba,
Disfruta del viaje al horizonte,
a la vida que ruge,
flojito,
en tu interior.

Mece tus pasos,
enciende cada día el Sol.
Grita y llora,
ríe,
ama,
camina,
con él.
Con ella.
Contigo.

Descúbrete,
hermanita,
en tí.
En la música que creas cuando te miras,
de perfil,
y te acaricias,
y cierras los ojos
y viajas
y meces
y dejas de soñar,
porqué es realidad.

Acaricias tu tí,
tu él,
tu todo.

Samuel Rodríguez---2011

martes, 6 de septiembre de 2011

33 (v. iii)




44.
Los cristos roban a veces.
Van de putas.
Beben.
Sonríen
y
sonríen.

Durmen en la calle.
En pensiones.
Están tristes.

Besan,
ruidosos,
a sus sobrinos.

Prometen
sabiendo que cumplir no está en su mano.
Y lloran.

Abrazan sinceros,
y muerden
y disparan.

Van en moto,
a pie,
te aman.

Una vez un Cristo,
padrino mío,
juntó todo:

Caminó de noche,
pensando en abrazar
a su sobrino.
Cruzó sin Luna,
bajo la nada y la lluvia,
ante la muerte.

Y le llevó con él,
donde las promesas no importan,
las sonrisas no caducan,
los corazones simpre laten,
y los sobrinos nunca lloran.

Samuel Rodríguez---2011


PLUS 75



La hoja roja decía él.
Tic-tac. Tic-tac.
Estanterías repletas,
alfombras.
Sofás que esperan.

Un pasillo mate.
Sin brillo.
Limpio.

Madera que cruje,
baldosas rotas,
tragaluces ciegos,
paredes de humedad.

O salones señoriales,
mármoles que brillan,
limpios,
y tapices de pared.

Dá igual.

El ritmo sigue ya los mismos caminos.

Los que nos creímos distintos.

Nos creyeron distintos.

Iguales.

La vida pasa,

pero no pasan de la vida.

Plus 75 y sonríe,
aprieta la mano,
camina y vuela.

No te creas que no se puede.

Se debe.



Samuel Rodríguez---2011

martes, 30 de agosto de 2011

MADRE

 
Viva.
Siempre.
Vuelas.

Estás desnuda como el primer dia.
Lúcida.
Relúcida.
Llorando.

Tu marido lejos y dispara,
llantos sordos,
rabia en un puño,
guerrera mordida.

Ahora vives,
color,
primavera,
otoño,
luces
de
verdad
de sol.

De verdad con él.

Siempre madre.
Mi,
madre.

Ahora ya, 32 años à,
miras y miras,
me besas,
tocas,
abrazas
y respiras.

No me iré más.
Nunca.


Samuel Rodríguez---2011

lunes, 29 de agosto de 2011

LUCES



Coches que miran.
Buscan.
Rebuscan.
Tocan.
Retocan.

Polvo que gira
y gira
y gira.

Luces
azules.
Amarillas.
Cigarrillos.

(...)

Sirenas que corren.
Luces de colores,
sordas.

Sonrisas y dientes grandes.
Guantes de cuero,
y porra,
y gorra.

Documentación.
Linterna.
Contra el coche.
Piernas.

No me toques.
Cállate,
carnet,
maricón.




Samuel Rodríguez. 2011.

PUTA



Marinera.
Africana.
Europea.
Rubia.
Pelirroja.
De puerto.
De piso.
De calle.

De charcos.
De reflejos.
De policias.

De esquina.
De bolso sucio.
Pies descalzos.
Mirada roja.
Manos finas.
Nariz que ríe.

Sábanas grises.
Colchón que cruje.
Sonido seco.
Estertor.
Uñas.
Dedos rígidos.
Mirada al techo.
No respires.
Escupe.
Despega.
Recoge.
Vete.



Samuel Rodríguez, 2011.

viernes, 26 de agosto de 2011

SIMPLE



Exausto.
Falto de energía.

Desnudo de fuerza.
Cautivo sin riendas.

Pies descalzos,
manos que buscan.

Simple,
risas,
postres dulces.
Felicidad.

Cansado,
despierto mirando,
buscando.

Te encuentro.
Mariposa de papel!
Seda!

grito / gritas.
Es simple.

Max. 2011.

DUERMES


Siento tu respiración.
Me amas.

Has escondido tu suerte en mi alma.
Tus monedas en mis bolsillos.
Tus secretos en mi boca.

Transparentas tu piel frente a mi.
Veo tus venas
tus tejidos
tus células vivas...
Tus más,

minúsculas,

partes
invisibles.

Veo el ritmo de tu corazón.

Caminas dormida entre las sábanas,
me acaricias, empujas y abrazas.

Cierro la puerta despacio.
He vuelto a escribir.
Contigo.

Max. 2011.

martes, 23 de agosto de 2011

ORION


Unos vieron naves más allá de Orion.
Otros vimos gasolineras vacías.

Algunos soñaron con multiplicar ingresos.
Otros pagamos las letras con un 10% de interés.

Aquellos rezan con la mano parada.
Aquí luchamos sin cristos que valga.

A los que venden humo,
ya no fumo.

A los que dibujáis caricaturas en las Ramblas,
ya me operé.

A los que disparáis en carrete todavía,
olé vuestros cojones
que paciencia madre mía.

A los que habéis ido al infierno y habéis vuelto,
gracias por compartirlo.

Los que vimos el rostro sin brillo,
la mirada sin luna,
los rayos sin sol y el agua turbia,
Orion sin estrellas y actores de segunda,
coches blancos grandes y ruidosos,
personas buenas con fines buenos,
y algunos locos armados de odio.
Los que vimos eso, en Haití donde los perros ladran
tanto que uno no puede dormir.
O en Congo, donde las estrellas de noche
limpian su historia salvaje.
Los que vimos y vivimos eso creo que deberíamos
decir que estáis equivocados pero,
desafortunadamente,
no es así.




Max 2010.

DIFÍCIL



Creo que viví un sueño.
De nuevo.

Los relojes se pararon y no envejecía.
Volvía al tiempo siempre,
y el tiempo nunca me perseguía.

Te hacía caso pequeño bastardo.
Me entregué. Me arrastré. Me fundí.

Y ganamos.

Es difícil resumir 2 años casi 3 en dos poemas.

Es difícil.


Max 2010.

CADUCADO



Varias guerras,
viajes,
camas,
lenguas,
miradas,
han volado desde entonces.


El pánico del salto se escondió
bajo el amor al ego.


Y te olvidé.


Vinieron más, me divertí.
Mucho.


La roca dura no volvió.
Tampoco Manhattan.


Hecho de menos mi vida de antes.
Y mi futura.


Mis pulmones de alquitrán.
Y mi vida más sana.


Mis polvos sin condón la primera noche.
Y los hijos.


Mis créditos al consumo.
Y mi amortización.


Aprendí en 2 años casi 3.
Viajé, volé, susurré.


Ni humo ni taquicardias
por el momento.


No más.


Libre por fin,


de ti.




Max 2010.